Enciendo la tele y veo desfilar a políticos, tertulianos y opinadores de todo pelo. Hablan de bombas de ejércitos, de incrementar el gasto militar con una frialdad que asusta. Son tambores de guerra que resuenan por todo rincón. Parece que ciertos personajes están deseando ampliar el conflicto bélico, este, cualquiera. La desgracia, la miseria, la muerte la pagamos siempre los mismos, los de siempre. Hoy europeos, ayer sirios, afganos, iraquíes, subsaharianos (siempre)… y tengo la certeza de que dentro de los miserables también hay clases, categorías, escalas. Somos meros espectadores de una realidad que ya no podemos alcanzar y se escapa a toda velocidad.