Se tuercen los días soleados y las nubes empañan lo que parecía una primavera en exceso adelantada (al menos por estas latitudes). Yo lo prefiero, algo de invierno, un ultimo coletazo para sentirlo antes de que el calor se apodere de las calles. Tiro de archivo, busco esa puerta en Laponia que mira al norte y siento como entorno los ojos para protegerme del aire gélido. Ahí fuera demasiadas personas siguen sintiendo el peor de los inviernos.