Me propongo entrenar la paciencia a diario. Me lo sugiere un buen amigo, no con estas palabras aunque estoy seguro que se refiere a esto. Y no es un entrenamiento al uso, requiere dedicación e insistir cuando las tentaciones revolotean por el subconsciente e intentan dispersar las ideas. Demanda constancia y método. Cuando camino me resulta casi imposible pararme y aguardar con la cámara preparada, es un nivel que estoy rozando, pero aún queda lejos de ser una respuesta natural. Es cosa de perseverar. Lo que si se me da medianamente bien es situarme en un café, en un bar, en una terraza y esperar. Espero y observo a todos, los detalles, las fobias y las bondades de cada cual. Solo fotografío cuando me encuentro relajado y a gusto. Entonces disfruto de ese tempo musical, pausado y sutil que deja construir la fotografía.
Una reflexión muy coherente sobre la manera de trabajar con la cámara, y es que las cosas habitualmente no surgen por que si ni siempre se está preparado para captarlas.
ResponderEliminarUn fuerte abrazo Ángel
Es un camino de aprendizaje y conocimiento. Un abrazo Josep
EliminarEs cuestión de perseverar.
ResponderEliminarNo todos los días son iguales, los hay que parece que las fotos salen solas y en otros, ni que te maten sacas una (en esos, mejor volver a casa).
Me encanta la placidez de la chica.
Aferradetes, Ángel.
Es así como dices, mira que cuesta traer buen material. Un abrazo
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