Como salido de un set de rodaje de alguna película en color de Stanley Kubrick, con esa visión del interiorismo minimalista y limpio que muestra en muchas escenas tan perfectas, tan nítidas. Y allí estaba yo a punto de sumergirme en la fantasía de una película realizada a mi medida. Entré en aquel cuarto de baño y lo primero que pensé fue en el director de la “Naranja Mecánica”, y ahí estuve pasando un buen rato valorando las posibilidades, los encuadres, la luz… esas manías que tod@s tenemos, cada cual las suyas propias, con las que convivimos día a día y dejamos que tomen el mando de la situación alguna que otra vez.