Los bosques son esos espacios con los que solemos soñar e imaginar mil aventuras. Muchos los ven como bonitos decorados o lugares donde ir de vez en cuando para desconectar, o simplemente consumir unas fracciones de tiempo y hacer constar que se estuvo ahí. Cuánto desconocimiento, frialdad o desdén. Superficialidad en definitiva, arrogancia con demasiada frecuencia y desprecio por desconocimiento.
Aunque soy un urbanita irreductible, reconozco que perderse de vez en cuando por un bosque es una opción muuuuuuuy tentadora.
ResponderEliminarUn fuerte abrazo Ángel
Tienes que probarlo más a menudo Josep! ;-)
EliminarBien dicho!!!
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