Dividir equivale a repartir un objeto en varias partes. Las partes son menores que el todo y el resultado, en ciertas ocasiones, puede dar lugar a sorpresas, curiosidades o motivos que pueden llegar a despertar cierto interés. Fotografiar es algo parecido a dividir, una vez que seleccionamos estamos fraccionando la imagen, buscamos las proporciones, las partes y descomponemos el todo para ofrecer nuestra visión de esa realidad, una realidad que ya no es completa pero quizás más compleja e interesante.
Las divisiones nunca son buenas, pero en este caso nos muestran una rica variedad cromática.
ResponderEliminarUn fuerte abrazo Ángel
Un abrazo Josep!! :-)
EliminarComo la separación de dos mundos. Hasta se intuye que no se llevan bien.
ResponderEliminarBuen ojo.
Saludos.
Gracias Antonio!
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