En una ocasión caminé por la costa. 11/13
No soy supersticioso. 13 entradas en el blog consecutivas que narran visualmente un recorrido por la Costa Vasca entre Zumaia y Deba entre acantilados, flysch, caminos y playas, me parece un buen número, un número suficiente. Una ruta que he repetido en varias ocasiones en los últimos años y que ahora os invito a visitar desde mi punto de vista. Editadas en monocromo, prefiero acentuar las texturas, los relieves y las sombras, también añadir ese punto surreal y abstracto que descontextualiza la serie. Quedan programadas, no voy a poder atender el blog durante unas semanas y tampoco podré subir comentarios hasta mi regreso, confío en que podáis disculparme.
Caminaré de nuevo por el norte entre Donosti y Santander, siguiendo la costa, sirviéndome del Camino de Santiago busco desconectar de la ciudad y de nuevo sentirme más cerca de la naturaleza entre el cielo y el mar.
Disfrutad de estos días.
Como si se abriera la tierra por el paso de las aguas.
ResponderEliminarAferradetes.
Me encantan las texturas, tanto de la piedra como del agua. Sensacionales.
ResponderEliminarUn fuerte abrazo Ángel
La tierra y el mar...¡ que buenos elementos !
ResponderEliminarLa historia de ese trozo de planeta al desnudo. Es realmente impresionante contemplar esos flyschs que hablan por si solos de otros tiempos, de otras historias y sobre todo de otros momentos no se si mejores de esas tierras y sus mares. Abrazo
ResponderEliminarEl agua se acerca y choca con esos flysch en un juego casi eterno y ancestral entre dos elementos que se respetan y conviven. Un espacio para la historia. Abrazo
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