Antes de llegar a conocerse, miles de especies de insectos desaparecerán para siempre de nuestros ecosistemas. Son datos que producen un escalofriante vértigo. No hay que indagar mucho más para entender la situación, el alcance del problema y no es el único. Nos escondemos cómo autoprotección, negamos con demasiada facilidad y miramos para otro lado para no tener que pensar demasiado. Y allí, en ese otro lado, casi oculta por la maleza, se encuentra la metáfora de nuestro incierto futuro.
Como siga creciendo esa naturaleza, con lo pequeña que és, se quedará oculta por completo.
ResponderEliminarLe queda bastante poco, lugares abandonados con encanto :-)
EliminarCasi, casi, la maleza entierra todo el esplendor de sus días. Aún así, me parece especialmente bonita.
ResponderEliminarAferradetes.
Me alegra que te guste. Un abrazo
EliminarTodo sigue su curso, queramos o no.
ResponderEliminarAbrazo grande, Ángel.
Inexorable. Un abrazo
EliminarCasi oculta pero no para ti que captaste la belleza del abandono.
ResponderEliminarUn fuerte abrazo Ángel
Pusimos en marcha esta bola de nieve y parece que no hay manera de dar marcha atrás. Ya no nos atrevemos a mirar de frente el problema y vamos dejando que los días corran sin acertar con lo que se supone que deberiamos hacer. Abrazo
ResponderEliminarCreo que ya nos han superado todos los acontecimientos. Abrazo amigo Luis
EliminarInterrumpo por un tiempo mi actividad. Tengo avería en el ordenador
ResponderEliminarEspero que puedas solucionarlo pronto, ánimo!
EliminarMe encantan estos rincones. Siempre los fotografio en mis paseos por la naturaleza. Hace poco tuve la suerte de encontrar una aldea abandonada en medio de uno de ellos. Para un fotógrafo, un lugar perfecto para perderse.
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