El mundo está en venta, el planeta entero, cada sector, cada espacio, cada ecosistema, cada persona. Nos queda el consuelo del llanto amargo y la esperanza ridícula de que antes que a nosotros les tocará a ellos. Ellos. Queda el refugio individual, la complacencia y el autoengaño y así es cómo deambulamos en medio de un caos que ya nadie es capaz de entender. Y no hago nada más que leer que por esta parte del globo, estamos inmersos en un nuevo año electoral, y lo cierto es que cada vez me interesa menos.
Los problemas siempre son los mismos, gobierne el que gobierne.
ResponderEliminarCada vez estoy más convencido de eso. Un abrazo
EliminarPuede que tengas razón, es verdad lo que dices en tu texto diario pero, yo aún quiero ver esos pequeños intentos de poner a flote ese mundo que todavía perdura en los que han dedicado y dedican su vida a la buena salud de este mundo y de los principios fundamentales del ser humano. Me gusta tu foto y la oportunidad de reflexionar que nos propones.
ResponderEliminarVoy por rachas Luis, pero cada vez veo menos espacio para el optimismo. Un abrazo
EliminarTampoco soy muy optimista al respecto. El mismo perro con distinto collar. Y ni tan siquiera nos queda ese refugio del que hablas, ¡Qué mundo este!.
ResponderEliminarTu foto no puede ser más explícita.
Aferradetes, Ángel.
Vamos capeando el asunto... veremos. Un abrazo
EliminarEm este tema (y en muchos otros) estamos perdidos y sin solución. Eso si, resistiremos!!
ResponderEliminarUn fuerte abrazo Ángel
Son tiempos malos. Un abrazo Josep
EliminarDe acuerto con tu reflexión pero prefiero quedarme con 'el refugio individual', siempre me queda un resquicio de esperanza (sin llegar a ser autoengaño)
ResponderEliminarBuena foto Ángel
Abrazos
En ese refugio andamos muchos, no es nada malo, tan solo auitodefensa o algo así. Un abrazo Esme.
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