Entonces llega la tranquilidad, la necesaria quietud bien merecida proporcionada por una fotografía de un paisaje cualquiera, que puede llegar a trasladarnos a ese lugar soñado, cada uno el suyo particular, un rincón de belleza único y especial por lo que representa por nuestros recuerdos, por esa peculiar destreza innata que es la imaginación.
Todo lo contrario de lo que se puede ver en ese cielo encapotado, aunque la foto en sí transmite sosiego.
ResponderEliminarAferradetes, Ángel.
Tranquilidad aún con cielos oscuros. Un abrazo
EliminarLa tranquilidad de un paisaje así se agradece mucho!
ResponderEliminarUn fuerte abrazo Ángel
Descansar la mente y la vista. Un abrazo
EliminarUna maravilla para imaginar desde aquí, delante del ordenador. Gracias Ángel. Abrazo
ResponderEliminarGracias Luis!
EliminarA veces el cielo nos concede la belleza. Abrazo.
ResponderEliminarSiempre es un refugio. Un abrazo
EliminarTranquilidad absoluta en ese bello atardecer, con un un interesante cielo.
ResponderEliminarMe alegra que te guste. Un abrazo
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