Hace un par de días pasaba junto a una de las zonas de ejercicios que hay en el parque al lado de casa. Allí unos chavales ejercitaban mientras lucían físico y slips de marca (parece ser que es importante mostrarlos) preparándose para unos selfis que subirían de inmediato a las redes sociales y así mantenerlas bien alimentadas de novedades para sus seguros seguidores. Luego, cerca ya de la entrada del metro, me paré al lado de una escena que me resultaba interesante de fotografiar. Se me antojaba que tenía relación con lo anterior o al menos la fotografía que comencé a imaginar me animaba a creerlo así. Pienso en la fotografía como constructora de historias que la imaginación tan solo esboza y que la cámara completa según nuestras fobias y manías. Documentos sociales de una época. La fotografía siempre ha tenido esta maravillosa capacidad al estilo "Los Americanos" del gran Robert Frank, por ejemplo. ¡Inmenso libro!, un imprescindible que acaba de confirmarme mi amigo J. que por fin se ha agenciado. Seguro que lo disfrutará.