Allí, en el lugar más escondido de nuestra geografía, encontraremos un espacio dedicado al fútbol. Por encima de cualquier otra afición, tradición o entretenimiento, el fútbol. Y nunca deja de sorprenderme. Aunque prefiero quedarme con el detalle, porque allí entre hierba crecida, barro, campo de tierra y polvo lucen las porterías, desnudas o vestidas de red, siempre esperando el juego con dignidad. En ocasiones se revelan como buenos lugares para fotografiar, si la luz acompaña claro.