
Muchas veces me he planteado, ¿para que narices cargo con todo el equipo fotográfico cuando salgo a andar por la montaña?. Cristales, filtros, tarjetas, baterías (tres mejor que dos), que si el disparador, ... esa tarde tuve la respuesta, no sólo eso, me arrepentí de no cargar con el trípode: quita, quita, otro trasto más, me dije. Y allí lo dejé.
Comenzamos ha caminar sobre las 3 de la tarde. En un principio nuestro guía (Pedro, un gran tipo) nos propuso tomar un sendero que llevaba hasta una laguna cercana. Nos pareció bien y comenzamos el treck, charlando e intercambiando anécdotas. Al poco rato observamos unas huellas frescas en la nieve.
- Es muy difícil ver un Puma, pero si les parece podemos intentar seguir las huellas.
Nos pareció una idea estupenda, y de este modo comenzamos a seguir el rastro.
Seguimos las huellas cerca de una hora. La verdad es que era sencillo, la nieve recién caída era un mapa perfecto, lleno de señales. Y así cruzamos riachuelos, siempre montaña arriba, charlando de esto y aquello, en especial sobre las costumbres de los animales en el Parque. En un principio era un sólo puma, al poco rato observamos más huellas, dos, tal vez tres, uno de ellos parecía más grande. Poco a poco la tarde iba pasando, la nieve había dejado de caer, habíamos entrado en calor con la caminata y a mí, esto de hacer de naturalista, comenzaba a divertirme.
Al descender el penúltimo repecho, fuimos a parar a una pequeña explanada. Allí fue cuando vimos, en un claro, la nieve revuelta.
- Cómo se lo han pasado!!, aquí han estado jugando. Jugando o ... tal vez cazando.
- Mirad, aquí hay restos de pelo, parece de liebre!!
- Joder!!, y aquí más ... y gotas de sangre. Es como si hubieran arrastrado la pieza.
- SSSSSH!!!, mi madre!!!, ... mirad allí!, tras los matorrales!! ...
Nikon D200. Objetivo 17-50 f/2,8G. ISO 100 y 70-200 f/2,8G. ISO 400.

Si, las seguimos. A ver lo que hay detrás de los matorrales. Se toda forma las huellas hacen una foto estupenda.
ResponderEliminarVaya aventura y además tuviste la "fortuna" de inmortalizarla. Me imagino la emoción en esos instantes. Algo para contar algún día a los nietos. Lo que pasa es que esta vez no podrán decir que se trata de una batallita...
ResponderEliminarSaludos.
leo tu aventura, me imagino el seguir las huellas, la emoción de ver los pumas, encima poder fotografiarlos y al toque me viene a la mente la consabida frase "esto no tiene precio... para todo lo demás: mastercard". felicitaciones
ResponderEliminarQue bonita aventura y con final feliz y fuerte. Una maravilla Ángel
ResponderEliminarYa era hora, las llevo esperando mucho tiempo, por fin hemos visto al puma, muy buena, esperemos ver más.
ResponderEliminarUn abrazo.
Àh grande caçador, que relato, que inveja, que miedo(?), que tomas, que viagem, que férias, que mais...?
ResponderEliminarSaludos amigo.
Guauuuuuuuuu, que esperiencia!!!
ResponderEliminarAunque el tripode lo llevaras contigo,creo que no te da tiempo ni a montarlo en ocasiones asi,
Las fotos buenisimas.
Saludos.
Pues si que tuvisteis suerte, aunque la buscasteis vosotros, que me imagino que estuvisteis siguiendo las huellas durante un buen rato ¿no?. Menuda experiencia.
ResponderEliminarUn abrazo.
Marcos
Atrevido y valiente, menuda experiencia y menudo reportaje.
ResponderEliminarMuy bien narrado, me has metido en la historia al punto de sentir la emoción, mezclada con miedo.
Felicidades
Besos
Que valor que tienes. No creo que bajo ninguna circunstancia yo me atreviera a hacer lo que tu has hecho ¡Bravo!
ResponderEliminarQué sensación debiste experimentar Ángel. Cómo te envidio!!!!
ResponderEliminarBuena experencia. Ya me hubiera gustado a mi. La verdad es que es una de las activides que tengo en proyecto... algun día. Me llamó la atención cuando te cuestionas los objetivos a cargar.. eso tambien se lo plantean un montón de fotoógrafos... pero al final si no coges algun objetivo de más lo acabas lamentando... ese es nuestro destino.
ResponderEliminarUna foto extraordinaria por varias razones. Ante todo, por el documento en sí: la fotografía de un animal salvaje en absoluta libertad (fotos "perfectas" de puma hay muchas, pero en su mayoría están hechas en condiciones controladas). Porque culmina el esfuerzo de seguir unas huellas y porque muestra el carácter esquivo y huidizo del animal, oculto entre los matorrales y con esa expresión de temor y desconfianza.
ResponderEliminarEnhorabuena!!
Un saludo
Víctor
That is just wild! I might have found a bigger lens to shot that so I could be far far away
ResponderEliminarPues así es, Angel, siempre hay que estar preparado, nunca se sabe dónde va a estar la foto esperándonos.
ResponderEliminarMenuda aventura, poder encontrar un animal tan bonito en su medio natural.
Un abrazo!
Fotos preciosas, por eso hay que llevar la cámara siempre encima.
ResponderEliminarMe transportaste a Narnia y sus crónicas. Muy lindas!
ResponderEliminarSaludos argentinos.
ampliando la foto es verdad que se ve la cara del gato perfectamente, unos momentos intensos e interesantes que recordarás siempre, no? un abrazo
ResponderEliminarWonderful traces in the snow, epical! Have a nice weekend, Ángel.
ResponderEliminar¡Qué emocionante! Y que bien que lo cuentas... al final la pieza fue descubierta. o ¿os descubrió ella a vosotros? ... Qué importa, estaba ahí cerquita, esperando...
ResponderEliminarEn realidad, antes no había cámaras y los que lo contaban al escribir también transmitían sus vivencias... yo ando pensando que me siente esclava en ocasiones de la cámara, y no me gusta nada... Pero, me dirás, que a ti eso ya no te importa :)
Un abrazo
Maravilhas de fotos!!!!Jhs mil
ResponderEliminarBueno, bueno buenoooo! Que felicidad inmensa sentiste al poder fotografiar a un puma, que bien que pudiste estar en el momento justo! Es de National Geografic. Bravo! Un relato apasionante acompañan a esas fotos!
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