Del nuevo año. Busco por el archivo reciente los restos fotográficos de una Navidad que se me antoja pasó apresurada, sin apenas tiempo para describirla. Cosas de la época, quizás condicionada por la dichosa pandemia que todo lo puede. O quizás porque los días pasan inexorables y siento cómo los problema importantes, esos que afectan a toda la humanidad, se suceden sin que nadie les preste la atención necesaria, cegados por las luces brillantes de lo cotidiano. Pero aquí me tenéis, peleando de nuevo por un año mejor.
Vivimos tan apresuradamente que los días pasan como sombras movidas por una luz cegadora que cabalga a toda prisa. La pandemia no ayuda tampoco a serenar esta marcha loca que impide muchas veces prestar atención a lo que tenemos delante de los ojos. De cualquier modo siempre queda un momento de sosiego para eternizar un momento que ya nada ni nadie podrá robarnos.
ResponderEliminarBien hecho Ángel, ahí quedará para siempre esa primera del año. Abrazo
Gracias Luis, un abrazo!
EliminarExcelente perspectiva para iniciar el año.
ResponderEliminarA mi (increiblemente) también me pasa el tiempo volando desde que tenemos la dichosa pandemia sobre nuestra cabeza. Esperemos que esta espada de Damocles vaya desapareciendo poco a poco y podamos volver a una "cierta normalidad".
Un fuerte abrazo Ángel