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Un detalle que rompe la armonía de un paisaje con fondo de mar, simple y directo como alguien que camina fotografiado al azar. Tan solo situarme y esperar paciente a que cruce por delante del visor de la cámara la persona idónea. Ser “pescador” en un pueblo con mar se me antoja como la decisión más lógica y equilibrada. Fotografiar despacio, sin urgencias innecesarias es una terapia precisa para tomar consciencia del entorno, del encuadre, de las luces y de las sombras. Aseguraba Elliott Erwitt: “toda la técnica del mundo no compensa la incapacidad de percibir”.
Me encanta ese mar embravecido, el hombre acostumbrado a verlo así, paseando con las manos en los bolsillos, el encuadre perfecto, como las texturas.
ResponderEliminarUn completo, bellísima foto.👌
Aferradetes, Ángel.
Me alegra mucho que te guste. Un abrazo
EliminarLas buenas fotos en general requieren calma y paqciencia.
ResponderEliminarExcelente resultado final.
Un fuerte abrazo Ángel
Gracias Josep!!
EliminarNo sé muy bien cual es la razón pero, me recuerda a mi pintor favorito, Edward Hopper. Una grandísima foto Ángel.
ResponderEliminarHablar de Hopper es hablar de la influencia en la fotografía (mutua) un abrazo Luis
EliminarBuen encuadre, con una gran simetría.
ResponderEliminarFeliz domingo de descanso.
Muchas gracias. Abrazo
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