Una vez perseguí las sombras. Alargadas, duras, las de últimas horas y las del inicio del día. Conseguí atraparlas y comencé a perder interés por ellas, supongo que son etapas que se van cubriendo. Aún así de vez en cuando disfruto con sus formas, los relieves qué levantan, aquello que insinúan y que no siempre queda claro y preciso. Fotografiar las sombras me permite reflexionar, superar el carácter testimonial y la imparcialidad de la fotografía para ofrecer mi propio punto de vista.
Excelente en todos los aspectos, texturas, sombras, encuadre... y todo en un B/N de lujo.
ResponderEliminarUn fuerte abrazo Ángel
Me alegra que te guste Josep. Un abrazo
EliminarTienen mucha fuerza las sombras, en esa edición en By N.
ResponderEliminarLuz, sombra... y tiempo... poco material precisa la fotografía. Un abrazo
EliminarComo si la barandilla quisiera seguir ofreciendo ayuda a los paseantes o quizás simplemente quería su propia identidad.
ResponderEliminarBuena caza.
Aferradetes, Ángel.
Que lectura tan buena. Un abrazo
EliminarEl mundo de las sombras. Ni más ni menos. Para mi la persecución de ese mundo siempre me planteó preguntas un tanto inquietantes. En la mayoría de los casos sus formas no corresponden al protagonista que las provoca y eso me planteaba dudas sobre la realidad que tenía delante. Bueno, en fin, un mundo apasionante este de las sombras. Abrazo
ResponderEliminarTu juegas muy bien en ese escenario Luis. Un abrazo
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