Siento que una fotografía es mía hasta que la publico. Cuando se visualiza, cuando os detenéis por un momento revisando la imagen publicada, ésta cobra otra vida, amplifica su significado, lo distorsiona o transforma entero y completa el sentido -su particular viaje- de hacerla, su recorrido llega a un fin determinado, sin más adjetivos. Atrás quedan los tiempos dedicados a cada toma, las idas y venidas esperando encontrar esa luz imaginada, la necesaria para que se produzca la magia de la narración.
Cada uno de nosotros, tenemos nuestra particular manera de retratar aquellos pequeños pedazos de realidad que entran en cuadro y efectivamente, como tu dices, una vez que esos trozos que nuestra vista han capturado en un determinado momento posan ante los ojos de los demás compañeros, es cuando se cumple el ciclo y el momento de la toma adquiere sentido real. La foto es magnífica por ese colorido y por el estupendo trabajo de luces y sombras. Abrazo
ResponderEliminarY la riqueza visual completa su ciclo. Un abrazo Luis
EliminarA los que nos gusta hacer fotografía, también disfrutamos con el trabajo de los demás. De cada uno de los trabajos que vemos, se puede sacar una gran lección.
ResponderEliminarLas luces y sombras, es de destacar en esa imagen que has captado de los graffitis.
Besos.
Todos aprendemos un poco de los demás. Un abrazo
EliminarCada foto tiene dos vidas... la tuya y la de los demás.
ResponderEliminarEn ésta, para mí, lo más importante son las luces y las sombras incidiendo sobre los colores de los grafitis. Como si la luz nos mostrara el camino.
Aferradetes.
Es una pared que visito a menudo. Un abrazo
EliminarTotalmente de acuerdo con lo de las dos vidas de la fotografia.
ResponderEliminarMe encanta el colorido, las sombras y la vida que desprende.
Un fuerte abrazo Ángel
Gracias Josep. Un abrazo
EliminarEs cierto que cualquier imagen la completa el espectador. Buena reflexión
ResponderEliminarDa casi para una tesis, ;-) ...
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