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Allí me encontraba, en medio de la Puerta del Sol de Madrid, sentado observando a los turistas haciendo fotografías a todo lo imaginable. Algunas veces me pregunto dónde irán todas esas fotografías, qué vida espera a esas imágenes tomadas sin control, sin pasión, sin conciencia fotográfica. La luz directa me parecía perfecta para forzar las sombras, los brillos y las siluetas. Lo más curioso es que hubo alguien que sí se percataba de que hacía fotografías a la escena y su mirada se cruzó con la mía en varias ocasiones. No hubo expresión alguna de aprobación, tampoco de rechazo. Decidí continuar a lo mío como un turista más en mi propia ciudad.
Hoy queremos poseer sea lo que sea y de ahí esa pasión incontrolada, sin otra pasión que ese deseo de hacer nuestro todo lo que se mueve o no. Sin conciencia fotográfica, esa es la cuestión, ahí está el quiz de la cosa. Es tirar por tirar como comemos por comer y viajamos por viajar. Casi nada se hace hoy por un motivo personal, por un afán de vivir una experiencia personal que nos haga diferentes al día de ayer. Bueno confiemos en que toda esta vorágine pase y volvamos a ser individuos.
ResponderEliminarUn abrazo Ángel
Todo es inmediato y carece de reflexión. Son los tiempos que nos tocaron en suerte Luis. Abrazo
EliminarI wonder what they are looking at
ResponderEliminarDon't think, the same doubt plagues me too ;-)
EliminarLa mirada tampoco era muy amigable... si no dijo nada, ¡perfecto! ;-)
ResponderEliminarExcelente contraluz.
Aferradetes, Ángel.
Yo creo que se trata más de hastío y cansancio. Un abrazo
EliminarMás de una vez, me han tomado por turista, en mi propia ciudad y han pretendido que me subiera a uno de esos cohes de caballos.
ResponderEliminarJoer como anda el panorama jjjj
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