Casi paso de largo, pero algo me hizo volver. Seguramente llegué a leer parte del nombre del local y una suerte de asociación de ideas me llevó a viajar por mil lugares sugerentes, muchos desconocidos, todo en una fracción de tiempo. Apenas un soplo. Lo justo para mirar de nuevo, observar el interior y volver a viajar por otros tantos lugares fantásticos en un proceso febril incontrolado, un delirio que me obligaba a quedarme parado pensando solo en fotografiar aquel lugar. Ahora imagino su interior, las personas que lo habitan, las que llegarán y las que ya lo abandonaron. Cada vez que vuelvo sobre la fotografía la ilusión se repite.
Muy buena. Mirar o imaginar a través de la ventana es siempre un lujo fotográfico.
ResponderEliminarUn fuerte abrazo Ángel
Siempre me gusta imaginar historias, esas ventanas están cargadas de posibilidades fotográficas. Un abrazo Josep
EliminarUna fachada que llama tanto la atención que yo creo que cualquiera se hubiese detenido para observar quien se refugia dentro y además apreciar ese interior que desde la calle llama la atención tan fuertemente. Abrazo
ResponderEliminarAsí es Luis, Un abrazo
EliminarEntre ver y mirar sólo hay curiosidad e imaginación.
ResponderEliminarEstupendo clic.
Abrazos.
Gracias, un abrazo!
EliminarMuy buena imagen en la que la simetria y el misterio imperan.
ResponderEliminar>Buen trabajo, amigo
Simetría y misterior son dos buenas aliadas. Un abrazo
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