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Me atraen este tipo de escenas, momentos de cierta intimidad dentro de los museos donde parece que todo se concentra en breves fotogramas intensos y emotivos. El tiempo que tomo prestado a las personas que fotografío, mientras distraídas contemplan las obras expuestas, son algo así como dosis mínimas de medicamentos dispares, pero que en conjunto forman un tratamiento eficaz contra el olvido, la superficialidad y la intrascendencia, capaz de abrir un nuevo campo de visión, donde esos instantes prestados dan forma, enriquecen y aportan el sentido imprescindible a un mundo devorado por la inmediatez y la urgencia. El tiempo lo es todo en fotografía, por eso considero tan importante tomarme mi tiempo en cada instantánea.
Un tiempo realmente bueno por el resultado de la foto.
ResponderEliminarMe encanta la luz, además de la intimidad de los personajes.
Aferradetes, Ángel.
Gracias, la luz es mágica en algunos museos. Un abrazo
EliminarExtraordinaria!!!
ResponderEliminarMe encantan esas fotos en el interior de museos y exposiciones.
Un fuerte abrazo Ángel
Somos cotillas por afición y fotógrafos por defecto. Un abrazo
EliminarMuy concentrados están, leyendo la información de las obras que hay expuestas.
ResponderEliminarFeliz fin de semana.
Si, así es. Gracias y un saludo
EliminarMe gusta como curioseas en este mundo del espectador observado. Son momentos que necesitan, como tu dices, de su tiempo ya que hay mucho que esperar y la sorpresa (la mejor foto) puede aparecer en cualquier momento. Me gusta esta foto de hoy, me gusta mucho.
ResponderEliminarSuelo ver las exposiciones tranquilamente y luego vuelvo de nuevo y la recorro con la intención de la fotografía. Un abrazo Luis
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