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Creemos que controlamos los elementos y que la naturaleza, el planeta y la historia del ser humano son moldeables a nuestro antojo, sin pararnos a reflexionar sobre las consecuencias a largo plazo de los actos que llevamos a cabo, no individuales (que también), sino más bien como sociedad. Y el rastro de las llamas que provocan nuestros incendios nos persigue en nuestras peores pesadillas.
Y eso que nos llamamos seres humanos...
ResponderEliminarEl fuego es el mayor destructor, se tardan muchos años para que todo vuelva a ser como antes y lo peor es que, la mayoría de veces, son provocados.
Impactante toma.
Aferradetes, Ángel.
El fuego puede ser amigo y enemigo, pero nuestra percepción cada vez es más negativa. Un abrazo
EliminarY continuamos creyéndonos el centro de la creación y faltando al respeto a lo que siempre estuvo aquí mucho antes que nosotros.
ResponderEliminarAntropocentrismo. Llegará el tiempo de que este modo de ver el universo cambie. Un abrazo Luis
EliminarSi fueramos mas empáticos , mas cívicos y con un poco de sentido común , cuidaríamos los que nos hemos encontrado...
ResponderEliminarLo has explicado y representado perfectamente
Abrazo
Y cada vez apunta peor, a pesar del esfuerzo de muchos. Un abrazo Esme
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