Detalles de una simple pared, tan fotogénicos, con sus texturas, sus desconchones y sus capas de pintura superpuesta a modo de piel que fuera mudándose en el transcurso de los años, quedando restos que hablan del tiempo, la vejez, el abandono quizás. Metáforas también de la historia, de su gravedad y la seriedad con la que se recuerda. La memoria. Aseguraba Susan Sontag que un museo de la memoria íntimamente ligado a la historia reciente de un país, es reconocer que el mal se encontraba en su sociedad. ¿Pero cuánto hay que retroceder en la historia para reconocer el origen de ese mal?. Historia, memoria y la fotografía de una pared cualquiera.