Quizás el calor me esté haciendo delirar (o me falte muy poco). La cosa es que estos días pienso en color, sueño en color, imagino en color. Y reflexionando sobre el azul, el cielo, las nubes, el mar… de repente me viene la imagen de este Madrid a comienzos de un invierno cualquiera, cuando los cielos son claros y los primeros rayos de sol dibujan sombras alargadas y azules, que se confunden entre sí y describen a los pocos transeúntes que apurados cruzan calles y plazas. El calor me hace soñar con el frío, pero al revés nunca me pasa.
Es un color que me fascina y está por todas partes.
ResponderEliminarUn abrazo
Un clásico y un primario. Un abrazo
EliminarLa gama de azules es formidable, sólo rota por el anuncio amarillo cuyo contraste hace mas atractiva si cabe esta nueva foto-sueño.
ResponderEliminarUn fuerte abrazo Ángel
Me alegra que te guste Josep. Un abrazo
EliminarEn todo caso, entre ola y ola de calor, estos tonos fríos se agradecen como una bocanada de aire fresco.
ResponderEliminarUn abrazo
Si Miguel, al amenos nos refrescamos visualmente. Un abrazo
EliminarUna escena azul como a veces son los sueños en lo que todo transcurre en esa otra temperatura que jamás sobre pasa los 15 grados y en los que yo, como tu, me siento el rey y señor de las calles . Buenos tonos azules. Abrazo amigo
ResponderEliminarYa queda menos veranos Luis. Un abrazo
EliminarFantástica exposición de ese color que nos lleva a soñar, no con el frío, más bien con temperaturas mucho más amables. ¡Bellísimo instante!
ResponderEliminarAferradetes, Ángel.
Soñar es algo que la fotografía permite, y soñar nos invita a ser un poco mejores cada día e imaginar un mundo más justo, más azul. Un abrazo
Eliminar